Se mueve lentamente, como ocultándose entre las brumas de esa oscura noche, su corazón es anciano pero su mente busca la verdad, como el niño en la oscuridad del vientre materno busca entre dolores de parto salir a la luz.
Nicodemo es su nombre y tiene un puesto importante entre la gente de su pueblo, es un anciano respetable y querido, un anciano estudiado y sabio.
Sin embargo, las Palabras de un Galileo lo perturbaron y en su interior solo busca respuestas y va con la única persona que puede contestarlas.
Pero va con miedo, no quiere ser visto, ya que él, una persona respetable no puede ser visto cerca de el Nazareno que predica tantas locuras. ¿Qué pensarían todos?.
Sin embargo, es un hombre que toda su vida a ido tras la verdad y algo en su anciano corazón le dice que ése Nazareno es la clave para ello.
Toca la puerta y sale Pedro, maestro Nicodemo -le dice: ¿busca a Jesús? el anciano asiente con la cabeza, -venga conmigo lo llevare con Él -le dice Pedro.
Y ahi están por fin frente a frente: Nicodemo y el carpintero de Nazareth.
Maestro -le dice Nicodemo -Dios te ha enviado, pues nadie podría hacer lo que tu haces si Dios no está con El, El Nazareno responde tajante y con firme voz:
En verdad, en verdad te digo, que TIENES QUE NACER DE NUEVO...
Todo el anciano ser de aquél fariseo se cimbra con la fuerza de aquellas palabras que desafían todas las leyes...¡pero cómo...!!!...¡¿cómo es eso posible?!
¿Yo?...¿nacer de nuevo?
Este hombre esta loco, ¡nadie puede hacer semejante cosa!!!
Y balbuseante Nicodemo responde atónito: ¿cómo puede ser ésto posible?, ¿acaso puedo entrar otra vez al seno materno y volver a nacer?
El Nazareno vuelve a afirmar todavia con mas fuerza: si quieres entrar en el Reino de Dios en verdad te digo, que tienes que NACER DE NUEVO DEL AGUA Y DEL ESPIRITU.
Nicodemo se rinde, no entiende, -¿cómo puede ser?, -vuelve a preguntar el anciano fariseo, a lo que Cristo contesta: ¿TU ERES TODO UN MAESTRO DE LA LEY Y NO COMPRENDES?...LO QUE NACE DE LA CARNE ES CARNE, PERO LO QUE NACE DEL ESPÍRITU, ESPÍRITU ES, NO TE ASOMBRES DE QUE TE DIGA QUE TIENES QUE NACER DE NUEVO.
Y cada palabra, cada silencio de Cristo empapa el árido corazón de Nicodemo, Como el agua mas pura de manantial llega al desierto y lo comienza a volver fértil y lleno de vida.
Jesús Prosigue, cada vez con más emoción: y asi como Moisés levantó la serpiente en el desierto, asi El Hijo De Hombre tendrá que ser levantado, para que todo aquél que levantando su mirada le mire TENGA VIDA ETERNA.
Nicodemo llora y no comprende porqué... Sus manos estan juntas en su pecho, temblorosas de emoción, ha entendido, mientras a sus oídos siguen penetrando las palabras del Nazareno como suave brisa:
PORQUE TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO QUE LE DIÓ A SU HIJO ÚNICO PARA QUE TODO AQUÉL QUE EN ÉL CREA TENGA VIDA ETERNA...PORQUE DIOS NO ENVIÓ A SU HIJO AL MUNDO PARA CONDENARLO...SINO PARA QUE EL MUNDO SEA SALVO...POR ÉL.
Al terminar de hablar con Jesús, Nicodemo era otro, su anciano corazón habia renacido por el Poder del Espíritu que habita en el Galileo.
Amanecía, la gente ya despierta deambulaba por las calles del pueblo, a Nicodemo ya no le importó, no le importó que lo vieran salir de la casa del rebelde de Nazareth, su corazón era otro, su mente y su espíritu diferente, hasta su caminar pesado se había hecho más vigoroso y alegre. -¿es Nicodemo?, -Se preguntaba la gente, -¡si es!, decían, - aunque se ve distinto, ellos jamás entenderian que esa noche había pasado algo extraordinario, pasó lo imposible: Un desierto se convirtió en valle, que de una piedra brotó agua fresca, que un ciego recobró la vista, que un hombre que llegó entre sombras, hoy marcha con la luz de un amanecer en su vida, que esa noche un hombre siendo viejo... ¡volvio a nacer...!
Jn 3,1-21
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