A menudo nos hemos hecho esta pregunta:
¿Es igual ser un coro que un ministerio de canto y música de la RCCES?, ¿qué es mejor?, puede ser que algunos incluso tengan la idea de que el coro está por encima del Ministerio de canto porque sirve en la liturgia, pero, es esto cierto?
Comencemos con esta afirmación: todos los hijos de Dios en la iglesia, son iguales, todos tenemos la misma dignidad y recibimos de parte de Dios el mismo amor eterno de Padre, desde el Papa hasta el que barre el templo, por lo tanto ninguno está por encima del otro.
CIC #1934
Por ende, podemos decir sin temor a equivocaciones que, tanto el coro como el ministerio de Canto y música son diferentes en cuanto a su vocación cristiana específica, pero igualmente importantes en lo que se refiere a su misión y vocación cristiana universal, que uno sirva en las asambleas de Oracion de la RCCES y otro en la liturgia no hace a uno menos que a el otro, ni al otro más que a aquél.
No todo coro está capacitado para poder animar una asamblea de oración de la RCCES, y no todo Ministerio de canto esta capacitado para servir en la liturgia.
En el Cuerpo de Cristo todos tenemos una función o Misión para poder contribuir a la construcción del Reino, ni todos manos, ni todos piés, ni todos ojos.
Esta misión no nos hace más importantes que otras partes de del cuerpo de Cristo, ni nos hace menos, nos hace diferentes sí, pero no mejores o peores.
En la Iglesia de Cristo todos tenemos la misma vocación universal: la Santidad.
Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad (LG 40). Todos son llamados a la santidad: ‘Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto’ (Mt 5, 48).
en la Iglesia de Cristo todos tenemos una vocación específica en donde poder alcanzar la Santidad y construir el Reino.
- Todos—bautizados o no— somos enviados por Dios. Todos tenemos una misión específica en la tarea de la Corredención.
- Dios propone un plan a cada hombre, pero no se lo impone: la libertad del hombre, al aceptar el plan divino, se conjuga misteriosamente con la gracia de Dios. De ese modo, el hombre acaba fortaleciendo y configurando su propia vocación:
a unos se nos dió ser oidos, a otros boca, a otros catequistas, a otros coros, a otros Ministerios de Canto, a otros ministros de la comunión, a unos sacerdotes, etc, pero a todos, A TODOS se nos ha dado la misma dignidad y nos ha salvado EL MISMO SACRIFICIO, LA MISMA PRECIOSA SANGRE DE NUESTRO HERMANO Y SEÑOR JESUCRISTO.
Rom 5,10
¡¡A EL SEA TODA LA GLORIA Y EL HONOR POR SIEMPRE!!
También puedes leer en este blog:
RESPONSABILIDADES DE UN MINISTERIO DE CANTO Y MÚSICA. Dónde se nos dice parte de los compromisos y retos de pertenecer a este ministerio.
AMÉN, Gloria a Dios, muy buena explicación hermano, la paz de Cristo este contigo ����
ResponderBorrarUn saludo y abrazo fraterno en Xto, bendiciones
ResponderBorrarAmén
ResponderBorrarBendiciones...
Borrar