En un mundo como el nuestro, lleno de reglamentaciones, podría parecer que también las debe haber en lo referente al trato con Dios, y en concreto en la oración. En realidad no es así. Hay tradiciones, costumbres, y unas ciertas buenas maneras, pero eso no es algo uniforme, ni una normativa estrictamente hablando. Por eso, para rezar, sea el Padrenuestro o lo que sea, no hay posturas establecidas; si se quiere, se puede rezar con los brazos extendidos.
No hay ninguna prohibición litúrgica, Solo recomendaciones, No hay sustento alguno ni bíblico, ni litúrgico que asegure que si levantamos las manos en el Padre nuestro se diluira el significado del gesto sacerdotal o que esta acción deje de ser eficaz por el simple hecho de que el pueblo levante sus manos para dirigirse al Padre Celestial.
El sacerdote ministerial sigue conservando su lugar como intermediario e intercesor, su lugar en la asamblea lo dice y lo sigue distinguiendo, al igual que sus ropas.
Ni el misal romano hace indicaciones o alguna prohibición.
Así que, no nos pongamos de jueces, ni de fariseos, si tu vecino en Misa levanta sus brazos en el Padre Nuestro no se los bajes ni hagas muecas, ojalá miles de gentes los pudieran levantar para dirigirse a nuestro Apa Dios....
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