Moisés: ese es su nombre, “el salvado de las aguas", Dios lo eligió para ser su servidor, lo salvó, condujo la canasta donde su madre le echó para salvarle, hasta el centro mismo del imperio egipcio.
Allí fue creciendo cobijado por la esposa del faraón como el príncipe de Egipto, su destino era gobernar, ser lleno de poder y gloria terrenal como el hijo del Rey, así creció, Moisés, sin saber los planes que Dios tenía para el y que eran muy diferentes, tu y yo, como servidores del Dios altísimo también crecimos sin tener idea de los planes de Dios para nuestra vida, crecimos en medio de sueños terrenales, una carrera prestigiosa, un matrimonio ideal, ser alguien importante, destacar en lo que hacemos y escalar peldaños de éxito persiguiendo likes, persiguiendo fama.
Sin embargo, en una ocasión, Moises vió como un soldado egipcio maltrataba a un Israelita, y él sin pensarlo dos veces acudió en su ayuda, ¿a él que le importaba eso?, ¿porqué inmiscuirse?, ¿porqué no se hizo de la vista gorda y solo pasó de largo?, porque ES UN SERVIDOR DEL DIOS ALTÍSIMO, a pesar de no tener conciencia aún de ello, fue pues Moisés hacia aquel soldado que maltrataba al israelita y lo golpea tan fuerte que lo mata, el joven príncipe de Egipto se asusta, no era su intención, solo defender al débil y en ésto lo arriesgó todo.(Ex 2,11-15).
Moisés sale huyendo de Egipto, pues la pena por lo que hizo era la muerte y sale conducido por la mano de Yahvé a vagar por el desierto enfrentando un destino ahora incierto y desconocido. El, que tuvo a Egipto a sus pies, prefirió antes que su gloria personal el servir, el actuar, el no dejar pasar, en no hacerse el indiferente ante la injusticia, y el servir trae consigo la cruz.
Aún cuando no conocías a Dios, como Moisés, en tu corazón El había sembrado valores como la justicia, la verdad, el ayudar, valores de un servidor del Señor, que sin conocerle a El aún, tu vivías en tu diario existir y sabías muy interiormente que debías tener un fin más grande en la vida.
La voz interior de Dios te va atrayendo, lo puedes ver en tu vida pasada, y analizando eventos y hechos en ella sabes que fue El quien te movía, fue el quien sembró esos valores de igualdad, de justicia, de solidaridad en tu corazón, valores de un verdadero servidor, que por aplicarlos muchas veces arriesgaste tu integridad, tus intereses personales, solo por ayudar, como Moisés, aún sin saber que era la mano del Dios Altísimo quien le y nos conducía.
Al leer estas líneas lo entiendes, entiendes que es por Misericordia de Dios el que te haya regalado y sembrado esos valores en tu corazón, ahora entiendes que todo ello forma parte de un plan divino para ti.
Que esos valores están NO para servirte de ellos, NO para tu gloria personal…sino para un fin más alto, más noble, un fin Divino.
Y en un momento como a Moisés Dios te conduce al desierto para encontrarse contigo.
Todo en tu vida como en la de Moisés tuvo y tiene un fin más alto, más noble…Divino.
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