Podemos predicar, podemos enseñar, podemos cantar, podemos coordinar, podemos...pero nuestra principal tarea, nuestra vocación propia es fermentar al mundo desde dentro con la levadura del evangelio, acomodando nuestros asuntos temporales según Dios: excelente estudiante, excelente padre o madre, excelente trabajador, excelente amigo, excelente hermano, excelente hijo, excelente politico, llevando a todo lugar en donde estemos justicia, perdón, amor, misericordia, todo iluminado con la inmortal e inagotable luz de Cristo...!!!...
Ahi esta nuestra MISIÓN...
SER FERMENTO CRISTIANO EN LA SOCIEDAD.
El Papa Francisco el pasado 26 de marzo nos dijo: “Los fieles laicos están llamados a ser fermento de vida cristiana en la sociedad”. Ante esta afirmación deberíamos caer en la cuenta de que los cristianos estamos llamados a Evangelizar y dar testimonio de Cristo. Esto es deber de todos los bautizados, ser fermento, motivo para que los demás vean en nosotros a Jesús, e inducir a los demás a seguirle también. Debemos ser conscientes que nuestra labor es ser levadura en la masa, ejemplo y testimonio en la sociedad, y no guardarnos nuestra fe para nosotros. Estamos llamados a buscar ocasiones para anunciar a Cristo y a trasmitir la fe.
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