Evangelizar:
Proclamar la Buena Nueva de Cristo.
Objetivo:
Llevar a la persona sea bautizada o no a un encuentro personal, a ojos abiertos y un corazón papitante con Cristo resucitado (San Jn Pablo ll), que lo lleve a experimentar la Salvación que Él nos dá en su vida, comenzando en la persona un proceso de conversión por la acción prodigiosa del Espíritu, llevándola a vivir los valores del evangelio en su vida, comenzando por los más cercanos, su familia. Lc 19,1 - 10
Evangelizar no es llevar un curso, no es recibir pláticas, puede valerse de eso pero...¡es muchísimo más que eso!!!
Es presentar con Poder a todos la Persona de Cristo, ocurriendo en éstos una metanoia, una transformación.
Está presentación puede darse en 10 minutos o en un curso, en una asamblea de oración, en cualquier lugar, hora o momento, incluso en el callejón más oscuro y perdido de una gran ciudad. Así es la obra del Espíritu, como el viento, nadie sabe de Dónde viene y a dónde va Jn 3,8, pues solo basta levantar la cabeza, mirar al que fué levantado y creer en Él, para tener Vida Eterna Jn 3,14-15, no por la oratoria de un gran predicador, no por poder alguno de los hombres, sino por la gracia incesante y desbordante que brota del costado traspasado de Cristo, de sus manos, de sus piés, de su Cabeza, del Poder de su cuerpo levantado de entre los muertos, del Poder que descendió sobre los hombres una vez que Cristo ascendió y subió a la derecha del Padre.
En este encuentro personal con Cristo resucitado, no puede haber espectadores, ni debe dejar a la persona al margen, debe tomar una decisión, debe optar libre y voluntariamente la opción por Jesús, como el ciego Bartimeo, hijo de Timeo, que de un salto se puso de pie y corrió hacia Cristo sin importarle que en el proceso perdió hasta el manto.Mc 10, 46-52
No sientes en tu corazón un cosquilleo al leer todas estas palabras? Es la acción del Espíritu que te dice: es cierto eso me pasó a mi cuando conocí a Jesús, o bien que te susurra al oído... quiero que eso pase en mi vida...lo necesito.
Si es esta segunda opción, ponte de rodillas y abre de par en par tu corazón a Cristo, déjate encontrar por El, te tomará en sus brazos para no soltarte jamás. Y si tú ya lo experimentaste, ponte también de rodillas y da Gracias, gracias infinitas a aquel que nos Amó y te demostró con derroche de misericordia, lo que vales para Él.
Que Cristo te muestre el lugar donde vive y te quedes con El. Jn 1,38
En próximos contenidos seguiremos analizando las diferencias entre evangelizar y catequisar.
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OH, HERMANO LEÓN ESCRIBE...DONDE ESTA LA PERFECTA ALEGRÍA!!!. Dónde se reflexiona que la verdadera alegría no está donde pensamos.
Gracias René, muy cierto urge evangelizar
ResponderBorrarDe nada Erika...mil bendiciones...
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